Compromiso…

 

En las sesiones de coaching, una de las partes más importantes de la conversación es cuando el coachee establece el compromiso de cumplir con la meta planteada. Esto me pone a analizar, las razones a las que obedece que una persona pierda compromiso con algunas situaciones o lugares o personas en su vida.

Comprometerse es asumir una postura diligente para hacer que las cosas sucedan. Sin embargo, no siempre que una persona pierde el sentido de compromiso con algo significa necesariamente que esa persona no es responsable y ha faltado a lo que se comprometió. A veces se pierden relaciones, trabajos y oportunidades porque la otra parte ha dejado en ti una sensación de vacío, que hizo que la responsabilidad por cumplir simplemente perdiera el encanto.

Cuando una persona en una relación amorosa conscientemente entiende que debe permanecer al lado de alguien porque “ese compromiso ya está asumido” a pesar de no querer estar ahí, la verdad es que la meta o los objetivos trazados pierden toda la importancia. Soy de las que pienso que no hay necesidad de permanecer al lado de alguien porque a la luz pública ese “compromiso” es visiblemente imposible de romper. En realidad, si no sientes que encajas en ese lugar al lado de esa persona, pienso que es una salida inteligente asumir con responsabilidad las razones a que obedecen que te marches de su lado. Es sencillo, duele, pero es lo mejor a largo plazo.

En el caso de las amistades, si dejas de sentir que un amigo ya no significa lo mismo para ti, o que su forma de ser y su escala de valores no armonizan con los tuyos, es mejor apartarse un poco antes de que la relación sufra daños irremediables. Es por salud mental, es bueno ir bajándose en las estaciones del tren de la amistad. Como leí en una reflexión que habla de las etapas de la vida, hay personas que entran a tu vida por una razón, por una estación o por toda una vida. Identifica a cuál de estos renglones pertenece ese amigo o amiga.

En aspectos laborales, cuando ya has perdido las esperanzas de crecimiento, de sentir que te apoyan, que te valoran, es buen momento de poner en una balanza si un nuevo comienzo sería lo ideal para ti, bien sea dentro de la misma empresa o fuera de ella. A veces lo único que necesitamos es un cambio de ambiente y esto puede suceder dentro de la misma institución. Sin embargo, si haz analizado que ya no tienes el mismo compromiso con la marca o con las responsabilidades de tu posición, puedes evaluar hacer cambios. Los cambios asustan, dan cierto grado de incertidumbre, sin embargo, si eres creyente, es momento de hacer tu trabajo terrenal empezando a indagar sobre oportunidades y, si Dios quiere, puede suceder que ese cambio llegue de la manera más inesperada. Cerrar la etapa con tu trabajo no debe ser tormentoso, solo debes estar alerta a las señales que te indican que ya no encajas en ese lugar. Nada es más certero que tu intuición si aprendes a utilizarla a tu favor.

Hace días que no escribía en mi blog, y pensaba muchas veces si esta “crisis de compromiso” había impactado este proyecto que inicié con tanto entusiasmo. Pero al pasar los días me di cuenta de lo contrario, es que me apasiona tanto escribir que si estoy emocionalmente atropellada no me fluye la inspiración. Entonces entendí que no había perdido el compromiso con Madre & Coach, al contrario, esta entrada simboliza precisamente la continuación de mis artículos. Ya me recuperé de los golpes emocionales y las puertas que se están abriendo para mí se vislumbran con posibilidades infinitas. Doy gracias a Dios porque escuchó todas y cada una de las oraciones que hice y hoy me da la conformidad suficiente para continuar con entusiasmo en mi camino.

Todo tiene una razón por la cual sucede. Siempre es preciso que estemos atentos a las señales de nuestro entorno para poder identificar aquellas situaciones que deben cerrarse para siempre. La vida es un cúmulo de experiencias y de cada una de ellas solo nos toca aprender la lección.

Para finalizar, te dejo este texto que me parece muy acorde a los temas planteados:

¿Eres una razón, una estación o para toda la vida?

Las personas entran en tu vida por una razón, por una estación o por una vida entera. Cuando percibas el motivo, vas a saber qué hacer con cada persona.

Cuando alguien está en tu vida por una razón es, generalmente, para llenar una necesidad que has demostrado tener. Ellas vienen para ayudarte con una dificultad, proporcionan apoyo y orientación, ayuda física, emocional o espiritual. Podrán parecer un regalo de Dios… ¡y lo son! Entonces sin ninguna actitud errónea de tu parte o en una hora incierta, esa persona dirá o hará alguna cosa para que la relación llegue a su fin. Algunas veces, esas personas mueren. Algunas veces, simplemente se van. Algunas veces actúan y te fuerzan a tomar una posición. Lo que debemos entender es que nuestras necesidades han sido atendidas, nuestros deseos cumplidos y el trabajo de ellos hecho. Y ahora, es tiempo de marcharse.

Cuando las personas entran en nuestras vidas por una estación es porque llegó a su vez de repartir, crecer y aprender. Ellas te traen la experiencia de la paz o te hacen reír. Ellas te podrán enseñar algo que nunca has hecho. Ellas, generalmente, dan una enorme cantidad de placer. ¡Créeme! ¡Es Real! Pero, solamente por una estación.

Relaciones de una vida entera enseñan lecciones para toda la vida. Cosas que debes construir para tener una formación emocional sólida. Tu tarea es aceptar la lección, amar a la persona y poner en práctica lo que has aprendido en todas tus otras relaciones y áreas de tu vida.

¡GRACIAS POR TU AMISTAD!

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